Las oportunidades que nos rodean adquieren matices distintos que cambian aun sin que podamos hacer mucho al respecto. Curiosamente el saber "disfrutar" de estos cambios es la actitud que podria marcar la diferencia entre algo muy hermoso y la peor de las experiencias. La vida es efímera al igual que nuestros pensamientos, y en ellos mismos plasmamos lo que proyectamos para nosotros al vivirla. Cada persona, por muy minima que sea su intervención, deja algo para nosotros con la latencia de convertirse en algo positivo; y en mi personal punto de vista es lo mas dificil de distinguir en el mar de emociones en el cual pasamos buena parte de nuestra existencia. Unas veces para bien, pero la mayor parte de ellas no distinguimos oportunamente esa enseñanza.
El dolor y el odio son poderosos motivadores cuando se enfocan de manera adecuada, pero como todo gran poder; es fácil corromper la pureza de su fuerza. En otras condiciones este habria sido un dogma incuestionable, pero volviendo al punto original, hasta en eso hay que estar conciente de la validez de una postura. Creo que por razones demasiado notables en la gente que me conoce, soy el menos indicado para hablar de estos sentimientos en este preciso momento. (Aunque aun les guardo un enorme respeto)
Una vez mas, Ich Weiβ, Ich Weiβ nicht.
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